La limpieza de los montes es una tarea necesaria para la prevención de incendios forestales. Un monte correctamente podado es importante, a través de la limpieza forestal el fuego, que suele comenzar a ras de suelo, no encuentra camino a las copas de los árboles, con la limpieza del monte se ha eliminado esa posibilidad.
Pero enfrentarse a terrenos tan complicados no es lo mismo que trabajar en un césped que se cuida de forma habitual. La limpieza de los montes debe realizarse por profesionales especializado y correctamente formado y con maquinaria profesional que ayude de manera eficaz en esta labor. El objetivo siempre debe ser reducir la espesura de la masa forestal y favorecer el crecimiento en altura y grosor de los ejemplares más sanos. Por otro lado, las pistas y accesos al monte necesitan un mantenimiento que tampoco se debe descuidarse.
En le plan de acción para el cuidado del monte comienza con el estudio del terreno teniendo en cuenta el cumplimiento de la ley vigente. Se pasa por la brigada de tala, poda y la limpieza forestal hasta el aprovechamiento de la biomasa como combustible alternativo. La biomasa como combustible mejora la eficiencia energética y la lucha contra el cambio climático, mejora el valor ecológico del trabajo de limpieza forestal.
Mantener los montes despejadas de matorral y arbolado es clave para la prevención de fuegos. De que se tomen las medidas adecuadas se encargan las instituciones y con la ley de montes presente, establece las normas para la realización de la limpieza de los montes.
Así la Junta de Castilla y León fija que “la ordenación de montes requerirá el cumplimiento de los objetivos de conservación, mejora y protección de los ecosistemas forestales, su rendimiento sostenido y la obtención global máxima de utilidades. Estos objetivos deben contribuir al desarrollo rural, a la fijación de población, a la calidad paisajística, a la diversidad biológica, y a la protección de las especies y hábitats.”